Cada día aunque sea trillado decirlo, tenemos la oportunidad de crear una realidad diferente. De sostener objetivos claros. De buscar dentro nuestro qué es lo que podemos modificar para que el afuera cambie.
Salí del lugar de víctima, es cómodo, lo sé pero te quita el poder de hacer las cosas de otro modo.
Nadie es víctima ni victimario somos cien por ciento responsables de lo que nos pasa.
Dejá de depositar en el otro soluciones mágicas. De buscar falsos gurúes cuando tenés todas las respuestas.
Acepta y respeta tu proceso, permití que te guíen, que te acompañen, pero desde la sabiduría, hasta que vos adquieras tus propias herramientas.
No podes cambiar al otro, pero si la manera en que lo ves. Lo que te hace daño o te lastima sean situaciones o personas te tenés que correr, tomar sanas distancias. Y no quedarte una y otra vez para seguir alimentando tu sufrimiento.
Ojalá comprendas lo maravillosa/o que sos. Lo valiente, lo capaz de tomar tus propias decisiones sin depender de nadie más que de vos mismo.
Ser feliz es una elección que se toma cada día. Y si no sabes cómo empezar, hace una lista de todo lo que tenés para agradecer, de todo lo bien que tenés en la vida. Acá estás presente, respira profundo y sé tu mejor versión, tú mejor ejemplo a seguir. Vos podes, claro que podes porque lo podes todo y más. Namaste. (Mi alma saluda a tu alma).