Las preguntas que te hacés todos días,
ejercen un gran poder en tu mente. ¿Lo sabias?
El cerebro es como una computadora cuántica que hace lo que vos le digas. Muchas veces pasa que nos descuidamos en las instrucciones que le damos a nuestro cerebro, estamos en automático y haciendo que enfoquemos nuestra atención siempre en lo mismo. Esto no tiene porqué seguir siendo así. Si cambiás las preguntas que te hacés, aunque tengas mucha de la “información” que recibís de tu cerebro, éste está pre programado por tus experiencias pasadas, por tus creencias, etc.
Por ejemplo, si voy a hacer una actividad importante y me pregunto ¿podré hacerlo bien?, lo que estoy sembrando en mi mente es una duda y mi cerebro responderá con recuerdos, con sentimientos de duda, con miedos. Lo que puede convertirse en una espiral negativa de estrés y probablemente no ayude a mi desempeño durante esa actividad.
Una mejor pregunta podría ser: ¿cómo puedo lograr que esta actividad se desarrolle de la mejor manera?, pregunta a la cual mi cerebro responderá buscando experiencias pasadas en las que tuve éxito, de manera que pueda ver opciones de acción y detalles que podría estar pasando por alto.
Si te fijás, el objetivo es el mismo, (tener un buen desempeño en esa actividad importante), pero el enfoque es diferente, porque las cosas en las que pongo atención son distintas y los pensamientos y sentimientos hacia la situación cambian, lo que hace que la forma en que aborde el tema también lo sea.
Al principio puede costar un poco encontrar una pregunta que enfoque mi cerebro hacia el resultado deseado, porque no estoy acostumbrado a hacerlo. Pero la buena noticia es que mientras más practique al hacerme este tipo de mejores preguntas, más fácil me resultará.
Es decir. Que si me levanto el lunes pensando ¿por qué tengo que ir a trabajar?, será mejor pensar ¿cómo puedo aprovechar mejor el día?, ¿cómo puedo hacerlo más divertido? o simplemente ¿cómo puedo mejorar mi día?Te invito a que identifiques esas preguntas que te hacés día con día y modificar aquellas que no te están ayudando a obtener los resultados que querés.
Robert Kiyosaki, empresario, escritor, conferencista y orador motivacional de ascendencia japonesa, habla de cambiar tus preguntas para cambiar la vida y me gustaría compartirlas.
Primera lección de vida:
Cambiá tus preguntas, cambiá tu vida Transformá los pensamientos negativos en semillas de buena fortuna y para lograrlo cambiá tus preguntas.
¿Cómo es esto? Tendemos a hacer preguntas a los demás como ¿Para qué querés tanto dinero?, ¿No tenés ya lo suficiente?
En lugar de pensar de esa manera, podríamos preguntarnos ¿Por qué yo no tengo tanto dinero como él?
El secreto de esta pregunta está en no conformarse con lo que se tiene, al contrario, en tener ganas de superarse, ponerse nuevos retos, analizarse y mejorar para alcanzar ese estilo de vida que tanto querés.
Solemos hacernos preguntas mediocres que facilitan respuestas mediocres, que nos mantienen en la misma situación, de hecho, este tipo de preguntas nos suele mantener en eternos problemas financieros.
Por ejemplo, a la pregunta ¿Por qué soy pobre?, me justifico con respuestas como “Soy pobre porque nací en una familia de bajos recursos, porque mi padre ganaba muy poco, o bien, porque en este país es imposible salir adelante”.
Sin embargo, las cosas serían distintas si en lugar de preguntarme por qué soy pobre, me pregunto ¿Por qué en este mundo hay gente rica y gente pobre?, ¿Qué define su situación?
Aunque parece simple la pregunta, inconscientemente me voy a esforzar a buscar respuestas diferentes, de las que surgirá, no sólo la más acertada, sino también una gran idea.
De la misma manera, cuando me siento fracasado o insatisfecho por algo que hice mal o no hice, o por algún problema o situación que me está molestando, tiendo a hacerme preguntas como;
“¿Por qué arruino todo lo que toco?”, “¿Por qué no soy inteligente?”, “¿Por qué no les gusto a los demás?”, etc. Si en lugar de esto me pregunto; ¿Cómo puedo hacer mejor las cosas?, ¿En qué tema sí soy muy inteligente? o ¿Qué puedo hacer para ser más atractivo?, etc. Seguramente encontraría una solución a mis problemas que podría transformar mi vida.
Te dejo unos TIPS
1. Analizá tu situación; tomate unos minutos y sentate, relajate, dejá que las preguntas vengan a tu mente.
2. Si las preguntas que vienen a la mente no traen alguna respuesta, o simplemente, las respuestas que brotan de tu mente, no te entusiasman, cambialas hasta que sí lo hagan. 3. Una vez que tengas unas 10 y 15 respuestas que te resulten interesante, escribilas, pasalas a un papel; algunas quizás te resulten muy tontas, otras inalcanzables, pero no importa, sin filtros, anótalas todas.
4. Dejá pasar unos días y repasá lo que escribiste, leé cada una de ellas. Podés pegarlas en la heladera o en algún lugar donde sean visibles para que no se te olviden, para que las puedas leer como mínimo, dos días seguidos.
5. Si hacés este proceso, poco a poco, vas a ver que nuevos pensamientos y planes van a ir surgiendo, incluso de las respuestas más torpes brotarán nuevas ideas.
Esta sugerencia puede que te sea muy útil para cualquier aspecto de tú vida. La clave reside en formular la pregunta correcta (podés cambiar o hacer nuevas preguntas todas las veces que sea necesario), porque de esta manera te surgirán una gran cantidad de respuestas, que después podrás estudiar y repasar para poder encontrar, tanto una buena solución, realista y original, como nuevos planes e ideas innovadoras.
Como siempre te invito a participar del Programa de Crecimiento Personal Online, donde vemos estos y muchos temas más. Te espero.
