El propóleo es una sustancia de los bosques que las abejas recogen de elementos extra florales en árboles y arbustos.
Esta sustancia sutil está compuesta por una riquísima gama de aceites esenciales y flavonoides de origen botánico que le confieren al propóleo sus notables virtudes medicinales.
Las abejas lo emplean en la colmena por su poder bactericida en la construcción de las celdas hexagonales tanto de la cría como en aquellas donde se guarda el alimento de las larvas o pan de abejas.
También impermeabilizan las paredes internas de la colmena y el ingreso a ellas como norma de higiene.
Por la ubicación que tiene esta sustancia la colmena Aristóteles le concedió su nombre en griego

Pro: delante

polis: ciudad